igualdad

ARTÍCULOS

UN MENSAJE AL SENTIDO COMÚN

(AMELIA VALCÁRCEL)

La lengua es nuestro instrumento para nombrar el mundo. Lo que la lengua no nombra, no deja de existir, pero sí está ausente de nuestro relato de lo que es el mundo. El mundo no cesa de cambiar y tampoco la lengua cesa de modificar nuestro relato del mundo. ¿Qué ocurre cuando la lengua contiene reglas que estorban su agilidad para relatar al mundo que ha cambiado?

MÁS INFORMACIÓNTribuna | La gramática no es la vidaNo es sexista la lengua, sino su uso; por Álex Grijelmo

Este es el caso en el que hoy vive el español. El español que heredamos y hoy usamos contiene reglas que corresponden a un mundo patriarcal, donde las mujeres vivían supeditadas a los hombres, sin voto, sin dinero propio, sin capacidad de decidir sobre sus propias vidas. En ese mundo, los hombres eran de facto los únicos en la esfera del poder y la autoridad. Parecía entonces natural que lo masculino fuera en el lenguaje la categoría universal y lo femenino una categoría supeditada, particular.

El mundo, afortunadamente, ha cambiado. Las mujeres han salido de las casas. Estudian. Trabajan. Votan. Ganan dinero. Deciden sobre sus cuerpos y sus vidas. Son médicas. Son maestras. Son juezas. Ministras. Secretarias de Estado. Presidentas. Son libres y soberanas. Es entonces natural que hoy el español deshaga las reglas que mienten a esta nueva realidad. Y que invente nuevas reglas que la relaten con mayor precisión.

Sincerémonos. La regla del español que indica que el plural masculino representa lo masculino tanto como lo femenino, esconde este delicado e incómodo secreto: no funciona en la realidad. Al decir los médicos, es falso que imaginemos a médicos hombres y mujeres. Imaginamos solo hombres. Al decir obreros, es falso que imaginemos a obreros hombres y mujeres. Y la mera antigüedad de una regla no la justifica. Como tampoco el criterio de la brevedad de la expresión justifica la desaparición de las mujeres en los plurales donde se quisiera representarlas. Abreviemos, pero no a la mitad de la especie de nuestro relato del mundo.

El español es nuestra herencia común pero también es nuestra labor diaria y la herencia que a su vez dejaremos a otros y otras. Es un instrumento de una hermosa agilidad y de una capacidad inventiva asombrosa. Tengámosle fe: los cambios no lo están destruyendo, lo están reavivando. Vayámoslo ajustando a este mundo nuevo y sin duda mejor. Trabajémoslo a solas y en la conversación pública. Las reglas de la lengua inclusiva están por inventarse: estemos a favor de ayudarle al español a que nos relate con mayor justeza a todos y a todas.

CAMPAÑA: LAS PALABRAS VIOLETAS.

(Extraído "El Correo". J.A.López)

La Escuela de Pensamiento Feminista Las Palabras Violetas ha iniciado una campaña, con el lema 'Yo no soy putero', en la que busca la concienciación de la sociedad con el fin último de erradicar la explotación sexual. Pero, contrariamente a lo habitual, el colectivo receptor de su mensaje no debe ser en esta ocasión las mujeres, sino el grupo de población en el que, según diversas estadísticas, un 40 por ciento son usuarios de la prostitución. El foco se ha puesto en el hombre, buscando su impliación.

Para ello, el colectivo se ha reunido con 35 colectios de todo tipo (deportivos, políticos, educativos,s anitarios...) a los que ha presentado la idea y con los que ha tratado de generar un debate. «En las reuniones que hemos ido manteniendo estas semanas hemos preguntado a los presentes quiénes habían hablado con sus amigos de la prostitución desde el punto de vista de la explotación que supone. Y la respuesta es que casi nadie lo ha hecho», explica Carmen Urbina. «El reto es que alguien, tras escucharnos, al conocer esta campaña, lo haga y que los hombres sean conscientes de su responsabilidad en el problema mundial de la trata», añade.

Y es que, como expliaron desde el colectivo. «trabajamos en una doble vertiente. Por un lado los hombres que acuden a prostitutas deben ser conscientes de que forman parte de la cadena. Al ellos demandar sexo pagado, generan prostitución, y la prostitución genera explotación sexual y trata de mujeres y niñas», asegura Pilar Pérez. «Cortando esa cadena, ayudamos a que se elimine la trata», añade. Y, paralelamente, y ahí radica la gran novedad de la campaña, se pretende que sean los hombres el referente en la lucha contra la explotación sexual, «que se nieguen a colaborar con el dolor y sufrimiento que genera este negocio criminal».

Por ello, 'Yo no soy putero' trata de involucrar a todos los hombres mirandeses en la realización de un gran mural que se expondrá en alguna zona peatonal de la ciudad el próximo 23 de septiembre, Día Internacional Contra la Explotación Sexual, la Trata y el Tráfico de Mujeres y Menores con Fines de Explotación Sexual.

La forma de participar es escribir en una cartulina, folio o cartón, de un tamaño máximo A3, la frase «Yo no soy putero porque...» y completar con el motivo elegido. Junto a la frase se incluirá el nombre del autor y el nombre del colectivo al que pertenece. En los últimos días de junio la Escuela recogerá las frases y en el mes de septiembre se expondrá el resultado.

«NO es tolerable en una sociedad del siglo XXI que aspira a la igualad que se sigan manteniendo este tipo de situaciones», añade Carmen Urbina. «Se sigue sin hablar con rotundidad de lo que conlleva para estas mujeres la explotación sexual, y no se sabe, por ejemplo, que España es el tercer país del mundo, tras Tailandiia y Puerto Rico, con un mayor tránsito y una mayor demanda de prostitución», añadió Pilar Pérez. Una realidad que lleva a situaciones como la vivida en el club Deseos, en torno al cual la Policía desarticuló en el mes de enero una red de trata de mujeres en la que participaban cuatro personas que permanecen en prisión a la espera de juicio.

El modelo abolicionista sueco

Las impulsoras de la campaña han explicado y desmontado durante esta reuniones los mitos de la prostitución, y cuentan con el apoyo de Enrique Javier Díez Gutierrez, presidente nacional de la Asociación estatal Zero Macho, Hombres por la Abolición de la Prostitución. «Nos parece interesante, porque no es habitual aún, que haya un varón tan implicado en la lucha contra la trata y es por ello que contamos con su colaboración», aseguró Urbina.

Las Palabras Violetas, además, tiene como referente de lucha contra esta «lacra» el modelo abolicionista sueco, articulado en torno a tres ejes: la asistencia integral a las mujeres víctimas de la explotación; la prohibición de la prostitución mediante sanciones tanto a proxenetas como a usuarios; y la labor preventiva en el periodo educacional. «Los hechos demuestran que con la educación la trata se reduce de manera notable», defendió Urbina.

POLÍTICAS DE IGUALDAD DE GÉNERO Y SOCIALES EN ESPAÑA

(Fragmento extríado de Emmanuela Lombardo y Margarita Léon)

La igualdad de género y las políticas sociales han tenido un desarrollo espectacular en Españadesde principios de la democracia, con desarrollos en los derechos civiles, políticos y sociales de las mujeres. En algo más de tres décadashemos asistido a una progresiva institucionalización de organismos de igualdad enlos distintos niveles de gobierno. Los instrumentos de las políticas de igualdad sehan diversificado, desde planes, a leyes, y unidades de género, generando unosavances en políticas públicas contra la desigualdad de género que en los años desde2004 hasta 2008 parecían mostrar una cierta solidez. El impulso a las políticas deigualdad y sociales ha venido de la mano de una visión política socialdemócrata yde un importante proceso de Europeización tanto a nivel cognitivo como en elacervo de 'maneras de hacer' desconocidas en nuestro país (Moreno y Serrano2011). Sin embargo, las estrategias de control del déficit público adoptadas enEuropa y en España a partir del 2008 como respuesta a la crisis económica y en elmarco de un proyecto político neoliberal, han puesto freno a lo que hasta elmomento era una clara trayectoria ascendente. El progresivo desmantelamiento delas políticas sociales y de igualdad y el retroceso para los derechos de las mujeresque esto conlleva, muestran una falta de priorización en materia de políticassociales cuando éstas entran en conflicto con intereses de índole económica, tantopor parte de gobiernos conservadores como socialdemócratas. Exponen, además,los límites de las políticas en etapas anteriores a la crisis en relación con la escasaintegración de una perspectiva transversal de género y la ausencia de un conjuntocoordinado, completo y reconocible de medidas sociales.

ROLES DE GÉNERO

(Extraido Revista Psicología y Mente. Luis Martínez-Casasola Hernández)

Los roles de género son un elemento sobre el que se ha hablado mucho en los últimos tiempos y cada vez cobran más protagonismo.

La tendencia es a eliminarlos para que no haya una separación por géneros en ningún tipo de tarea, pero aún así todavía se pueden observar muchos de ellos, especialmente en determinadas sociedades.

¿Qué son los roles de género?

Son normas no escritas en las que históricamente se han establecido una serie de comportamientos como propios o adecuados para un determinado género, mientras que era menos probable observarlos en el contrario. 

Una de las cuestiones esenciales de los roles de género es que de alguna manera marcan lo que los demás esperan del comportamiento de una persona ante una determinada situación en función de cuál sea su género. Al menos esto era así hasta hace un tiempo, pues ya hemos mencionado que la tendencia va hacia la universalización o bien la eliminación de estas conductas.

La base de los roles de género, por lo tanto, es la creencia de que, en función de si una persona es de género masculino o género femenino, tendrá unos determinados comportamientos. La explicación acerca de qué parte de la base de esos comportamientos sería innata y cuál un mero constructo social es objeto de intensos debates y daría para infinidad de investigaciones.

Algunos ejemplos son: 

- El cuidado de los hijos

- La expresividad emocional

- El aspecto físico

- El carácter dominante y el carácter conciliador

- Tipos de estudios



"MUJER TENÍAS QUE SER"  O EL LENGUAJE COMO HERRAMIENTA DE PORDER CONTRA LAS MUJERES

(Laura de Grado Alonso)

En la actual edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), publicada en 2014, hay más acepciones para hombre que para mujer y en la definición de mujer "sigue habiendo sinónimos de prostituta y juicios de valoración", según reivindica la licenciada en Derecho y especialista en intervención social con enfoque de género, María Martín Barranco, quien en el libro "Mujer tenías que ser" hace una revisión de cómo los refranes, las palabras, las frases hechas y el saber popular han construido una forma de hablar de las mujeres llena de machismo y misoginia.

Veintitrés ediciones después del primer diccionario académico de 1780 "sigue habiendo un desequilibrio entre la manera de explicar todo lo que se refiere a la vida de las mujeres y su cuerpo y a la de los hombres", explica a Efeminista la autora, quien no duda en señalar la misoginia expresa en el lenguaje.

El libro expone cómo la desigualdad no se queda solo en las palabras que aparecen en el diccionario, sino que cala y se reproduce a través de la cultura popular y el habla cotidiana. Algo que tiene muy interiorizado la propia María Martín Barranco, que siempre ha sido una apasionada de los refranes y a quien de pequeña llamaban "la diccionario" porque siempre acudía al libro en busca de significados.

Por eso en "Mujer tenías que ser. La construcción de lo femenino a través del lenguaje", editado por Catarata, la fundadora de la Escuela Virtual de Empoderamiento Feminista (EVEFem) desgrana con sarcasmo y audacia lo que se decía y se dice de las mujeres y de sus cuerpos y desde qué mirada se hace.

"Así, en un tono irónico, pero reivindicativo a la vez, repasa los tópicos que se han creado en torno a las mujeres a través de palabras como histérica, charlatana, bruja, mala o con los "casi 200 sinónimos" que hay de "prostituta" en el diccionario.

Pero también pone de relieve el machismo en lo que no se cuenta, en los tabús, como, por ejemplo, los que rodean al placer femenino o a la menstruación, donde cualquier frase hecha -"estar en esos días", "estar mala", "la visita de la prima comunista", "Andrés el que viene cada mes", etc. - es válida con tal de no nombrar.

"El conocimiento académico es incorrecto, la cultura popular es incorrecta, no coinciden entre sí, pero ninguna nos define, estamos ahí en un vacío de no conocimiento que hace que nosotras mismas sintamos pudor y vergüenza de nombrar las partes de nuestro cuerpo", explica Martín sobre las consecuencias de estos eufemismos.

"El lenguaje es una herramienta de poder"

Para la también autora del libro "Ni por favor ni por favora" y fiel defensora del uso del lenguaje inclusivo, uno de los objetivos de este volumen es "hacer ver que no se trata solo de vocales ni de palabras, sino que también todo lo que se cambia en apariencia y todo lo que no se cambia porque parece que no es necesario".

Por ello anima a utilizar las posibilidades que brinda el lenguaje para hablar de manera inclusiva, y aunque se muestra positiva con que una parte de la sociedad ya haya comprendido lo importante que es nombrar a las mujeres, también critica que la RAE haya dado la espalda a esta reivindicación.

"La academia, que debería ayudarnos, nos ha dejado completamente a solas, así que estamos adquiriendo herramientas con mucha dificultad y en un proceso muy lento porque estamos haciéndolo solas", comenta Martín, que tiene claro que el rechazo a hablar sobre lenguaje inclusivo es más una cuestión de poder que de corrección lingüística.

"La resistencia al lenguaje inclusivo es que el lenguaje es una herramienta de poder, quienes tienen el poder de nombrar las cosas no quieren deshacerse de él", afirma Martín.

Aunque no ha sido hasta esta obra cuando Martín ha investigado a fondo la manera de hablar del cuerpo de las mujeres, ya desde 2012 participa en la campaña "Golondrinas a la RAE" para visibilizar y señalar el sexismo en la RAE y en el Diccionario de la Lengua Española (DLE).

"Ahora mismo, lo que refleja la academia son las formas de pensar del siglo XVIII, lo que subyace es el siglo XVIII agarrado a los sillones de la RAE", acusa la autora, quien considera que la academia tiene unos estatutos "anacrónicos y antidemocráticos".

En este sentido, insiste en que las sociedades pueden exigir que una institución que recibe fondos públicos, como es el caso de la RAE, "se adapte a los tiempos". Y eso, para Martín, pasa por garantizar la paridad entre sus integrantes, reformar los estatutos para que se elija personas expertas de manera democrática y que "quienes dan prueba de misoginia expresa, no estén en la academia".

Sin embargo, hay algo que también considera imprescindible y que solamente puede hacer la sociedad: "nombrar".

"Aunque se resistan con uñas y dientes, su función básica es recoger el uso que hacen las personas que hablan español, con lo cual, si utilizamos el lenguaje en un sentido no discriminatorio, la academia tiene la obligación de recoger usos no discriminatorios", concluye. 

PORQUE LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO.

(POR UN USO NO SEXISTA DEL LENGUAJE)

La lengua constituye, como mínimo, el reflejo de la realidad, de la sociedad que la utiliza. Así como la sociedad es racista, clasista, heterosexista, la lengua también lo es. Y por supuesto recoge las desigualdades derivadas de la situación de discriminación de las mujeres y refleja todo el sexismo y androcentrismo existentes.

La lengua es el medio a través del cual aprehendemos la realidad.

Nuestra lengua influye en nuestra concepción del mundo y por lo mismo en nuestra conducta.

Cuando aprendemos una lengua ésta no sólo nos permite comunicarnos sino que adquirimos un conjunto de conocimientos, valores, prejuicios, estereotipos, actitudes, ideología... que nos sirven para organizar e interpretar nuestra experiencia, para construirnos como personas. Es decir que constituye un producto social que acumula y expresa la experiencia de una sociedad concreta actuando asimismo sobre la forma en que se percibe esa realidad. Además la lengua no sólo refleja sino que a su vez transmite y al transmitir refuerza los estereotipos marcados socialmente. En consecuencia las relaciones asimétricas, jerárquicas que se dan entre los sexos en nuestra sociedad se muestran en la lengua y la lengua contribuye a que estas relaciones se mantengan o transformen.

Así, es bien cierto que el sexismo y androcentrismo presentes en el uso que hacemos de la lengua sólo tendrán una solución definitiva cuando cambien las estructuras sociales que producen y potencian esta utilización. Pero, sin embargo, se puede incidir paralelamente en la realidad y en la lengua y establecer una influencia entre ambas.

Sobre todo si partimos de que la lengua arrastra mucha inercia y va, la mayoría de las veces, a remolque de los cambios que se producen en la sociedad.

Hay un tipo de cambio que nos interesa especialmente: en la realidad social existe la conciencia cada vez más pujante de que la existencia de las mujeres debe ser nombrada con el reconocimiento y la valoración de su papel en la vida privada y en la vida pública.

Dado que el lenguaje no es un hecho biológico y natural sino una adquisición cultural y todo lo que es cultura es añadido y, por tanto, modificable por la voluntad de las personas, podemos alterarlo ya que al retocar la lengua se retoca la mentalidad y retocando la mentalidad se retoca la conducta.

Cambiando el uso de la lengua cambiará nuestra concepción de la realidad. Y dado que este proceso es progresivo y no unidireccional, si cambiamos premeditadamente el uso del lenguaje, ello ayudará a cambiar nuestro concepto del mundo. De nuestro papel activo en este cambio dependerá el ritmo al que se modifiquen las concepciones sexistas y androcéntricas.

Son, por tanto, necesarios algunos cambios en el lenguaje para que se pueda nombrar a las mujeres.

Una de las características más definitorias de la lengua es que es un cuerpo vivo, en evolución constante, siempre en tránsito. Una lengua que no se modifica sólo está entre las lenguas muertas.

La lengua cambia, cambia la propia realidad y también la valoración de la misma o las formas de considerarla o nombrarla.

Por tanto, la adaptabilidad de la lengua y las posibilidades que ofrece permiten que estos cambios se puedan realizar sin que pierda belleza, corrección y economía. Es más, nombrar a las mujeres va a suponer la elaboración de mensajes más precisos y más justos que reflejen una realidad más equitativa que la que se reflejaba hasta ahora.

Uilizando el masculino como neutro queda el femenino oculto.

El proceso de simbolización de la realidad tiene unas implicaciones importantes en el desarrollo de la identidad personal y social. Cuando los niños (varones) son siempre nombrados, aparecen como los protagonistas de las acciones y cuentan con modelos de referencia con los que se pueden identificar, esto tiene repercusiones en su autoconcepto y autoestima y, en ocasiones, les genera una "sobreidentidad", se creen capaces de hacer cualquier cosa sin valorar los riesgos. Las niñas, sin embargo, no son nombradas, en raras ocasiones son protagonistas de las acciones y no disponen, a través del lenguaje, de modelos con que identificarse. Las consecuencias de esta invisibilización, exclusión o subordinación pueden tener reflejo en una menor autoestima y en la creación de la "subidentidad".

Así pues, tomar conciencia que la aportación de mujeres y hombres tiene la misma importancia para el mantenimiento de la sociedad supondría reflejar la aportación de las mujeres y concederles el mismo grado de protagonismo sin relegarlas a una posición secundaria y subordinada a los hombres.

SER FEMINISTAS. PENSAMIENTO Y ACCIÓN 

Ser feministas. Pensamiento y acción
Alicia H. Puleo (ed) Ediciones Cátedra. Colección feminismos 

Pensamiento y acción se unen y refuerzan mutuamente en el feminismo. Las consignas escritas de las pancartas y coreadas en las manifestaciones y los textos de las teóricas no son mundos separados. Por el contrario, son dos formas de la fuerza transformadora del mundo que llamamos «feminismo».

¿Qué puede ser mejor para festejar los 30 años de la Colección Feminismos que un libro aniversario en el que más de 40 autoras y autores de reconocido prestigio reflexionan a partir de lemas y citas que nos son familiares? En los últimos años, caracterizados por un nuevo auge del movimiento, estos lemas y citas circulan por las redes sociales y acompañan las movilizaciones del 8 de marzo y de otros momentos clave de las reivindicaciones de las mujeres ante la injusticia patriarcal. Un extenso tapiz que entreteje teoría y acción en la praxis emancipatoria se despliega desde el «Votes for Women!» de las sufragistas hasta los actuales «#MeToo, Yo te creo» y «Ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista». Citas y consignas famosas se vinculan a conceptos clave del feminismo que han ido emergiendo poco a poco por esa inmensa tarea conjunta. Este libro los recoge junto con inspiradas imágenes artísticas realizadas expresamente para cada uno de ellos, en un homenaje a quienes, desde el anonimato o la celebridad, desde el activismo o el trabajo intelectual, han sido y son capaces de superar los prejuicios sexistas y androcéntricos para asomarse al futuro de una sociedad más igualitaria, libre y justa.


¿ESTAMOS ANTE UNA CUARTA OLA DEL FEMINISMO?

Por Carmen V. Valiña. Creadora y directora de periFéricas. Doctora en Historia Contemporánea. www.carmenvvalina.es

Hablábamos en un post anterior de las diferentes olas del feminismo. Se trata de una historia reciente pero muy intensa. Existe un consenso en torno a la existencia al menos de tres olas. La última se correspondería con el surgimiento de los feminismos descoloniales y su desafío a la idea de que el sujeto mujer es único y necesariamente definido por características de blanquitud, laicidad u origen occidental. Pero, ¿existe una cuarta ola feminista? Y en caso afirmativo, ¿por qué elementos se caracterizaría?

¿POR QUÉ SE HABLA DE UNA CUARTA OLA FEMINISTA?

Han pasado aproximadamente treinta años desde que los feminismos descoloniales se implantasen con fuerza y extendiesen el término de tercera ola del feminismo, y son muchas las voces que hablan de que una nueva etapa en el movimiento ha surgido. Sin duda, los escritos pioneros de Betty Friedan o Simone de Beauvoir siguen resonando e inspirando a muchas mujeres, pero parece evidente que el discurso debe evolucionar en un mundo crecientemente globalizado y donde las redes sociales forman parte fundamental de la vida cotidiana y de casi todos los debates, incluidos los que tienen como eje los derechos femeninos.

La sororidad es entendida como una relación de hermandad y solidaridad entre mujeres.

La percepción creciente de que tejer redes entre mujeres de orígenes muy diversos es la mejor forma de avanzar está en estrecha relación con un término que adquiere importancia creciente en esta cuarta ola del feminismo: la sororidad. Entendida como una relación de hermandad y solidaridad entre mujeres, la sororidad supone un salto cualitativo desde el feminismo más teórico hasta el activismo. Apela a las mujeres a unirse frente a sociedades que, aunque aparentemente, al menos en Europa occidental, sean crecientemente igualitarias, siguen manteniendo numerosas discriminaciones. El mismo hecho de que este término se emplee de forma creciente en los medios de comunicación es una muestra de que sí parece que se está produciendo un cambio de discurso que podría permitirnos hablar de una cuarta ola del feminismo.

El nuevo movimiento feminista ha arraigado con fuerza entre la juventud, que aparentemente no siento la necesidad de expresar sus ideas mediante grandes manifiestos teóricos o discursos, sino a través de acciones concretas y prácticas cotidianas, a menudo reflejadas en sus propias redes sociales, en las que dejan constancia de su denuncia del patriarcado. Un patriarcado que sigue siendo inequívocamente heteronormativo, de ahí que en el debate feminista actual entren también en liza los grupos LGTBI, con una fuerza no vista en las anteriores olas. Nuevas reivindicaciones, como la lucha contra la violencia de género, la defensa de la libertad sexual y corporal y del derecho a ser o no madre o la denuncia del sexismo de los medios de comunicación forman parte de la nueva agenda feminista. La conciliación también es otra de las cuestiones claves, y se aboga por la incorporación efectiva y activa de los hombres al mundo de los cuidados. Nos encontramos, parece, con un feminismo más flexible, deudor sin duda de las corrientes descoloniales por su capacidad para integrar a mujeres muy diversas y apostar por el comunitarismo. La teoría no se olvida, pero se concede especial importancia a la lucha palabra a palabra, acto a acto. La acción se convierte a menudo en un discurso por su propio peso. Se trata de reivindicar en las calles, de luchar en el trabajo contra el techo de cristal, de publicar artículos en contra de los micromachismos, de luchar por un reparto más equitativo de las labores de cuidados... Estamos ante un movimiento que, si bien busca establecer alianzas entre mujeres de diferentes países, pretende también huir de la homogeneidad y ser respetuoso con las reivindicaciones de religiones, razas, clases sociales o culturas diversas, como lo son sus propias protagonistas.

LA CUARTA OLA Y LAS REDES SOCIALES

Internet es otra de las claves que permiten hablar de una cuarta ola, puesto que el ciberfeminismo ha dejado de ser una quimera para convertirse en toda una realidad: desde el movimiento #Me too hasta la enorme influencia de tuiteras declaradamente feministas, como Barbijaputa en España, el debate tiene en las redes un campo de acción cada vez más amplio. Internet ha logrado, además, que ese debate se globalice. No hay más que recordar cómo la lucha por el derecho al aborto en Argentina se está siguiendo con enorme interés en partes muy diversas del globo, logrando apoyos para la causa de mujeres situadas a millones de kilómetros del país latinoamericano, algo impensable hasta no hace tanto tiempo. Las redes sociales son además una vía creciente para organizar manifestaciones que abandonan lo virtual y pasan al ámbito presencial. El feminismo, y en eso sí parece haber acuerdo, se ha puesto de moda, al menos en el contexto occidental. Ello ha provocado que se desarrollen enconadas discusiones en redes y que las publicaciones que lo tengan como protagonista consigan millones de likes y retuits. Pero, ¿ese auge es una simple moda o hay detrás algo más sólido que perdurará en el tiempo? Resulta difícil responder a estas alturas a tal pregunta, pero es evidente que los sectores machistas más recalcitrantes ya han reaccionado y utilizan esas mismas redes sociales para difundir sus discursos misóginos, con muchas menos cortapisas de las que tendrían en la vida real. De ahí se deriva un acoso en redes que en realidad tiene el mismo fundamento que el que se produce cara a cara: la reacción contra la libertad femenina. El peligro, en esta cuarta ola del feminismo, es que el movimiento pierda su esencia y acabe siendo un producto "de tendencia" que se olvide de los fundamentos que motivaron su nacimiento: la discriminación por razones de género.


"EL FEMINISMO NO ES ALGARADA O CALLE: ES EL DÍA A DÍA EN QUE CADA MUJER GANA UN ESPACIO DE LIBERTAD"

(Entrevista publicada en Criterios P.7. La Nueva España, 17/01/21 )

Pocas presentaciones necesita la filósofa y escritora Amelia Valcárcel (Madrid, 1950) a estas alturas. Se formó y ejerció su labor docente en la Universidad de Oviedo. En Asturias fue durante dos años (1993-1995) consejera de Educación y Cultura. Es catedrática de Filosofía Moral y Política de la UNED y ejerce como asesora en el Consejo de Estado desde 2006. Valcárcel es, además, uno de los principales referentes del feminismo contemporáneo en España.

La publicación de "Sexo y filosofía. Sobre mujer y poder" en 1991 marcó un hito -empezando porque usar la palabra sexo en un libro de filosofía entonces no era muy común- al sentar las bases teóricas del feminismo. Ahora, 30 años después, lo reedita la editorial Almud (la portada es de la pintora asturiana Miren Manterola), con un nuevo prólogo de su autora. La filósofa asturiana habla con LA NUEVA ESPAÑA de su obra pionera, del movimiento feminista y de la ajetreada y cambiante actualidad que toca vivir.

- Han pasado 30 años de la publicación de "Sexo y filosofía. Sobre mujer y poder", que se convirtió en una de las obras fundamentales del movimiento feminista español. Y vuelve de nuevo.

- Hay dos libros fundadores del feminismo filosófico en español, "Hacia una crítica de la razón patriarcal", de Celia Amorós, y este. Cuando salió, en 1991, hace ya treinta años, se hicieron de él decenas de ediciones en diversos formatos. Nunca llegué a saber, ni aproximadamente, cuántas. Pero otro tanto le sucedió a un libro de mi mentor, Carlos Castilla del Pino, que nunca supo cuántas ediciones se habían realizado de su "La alienación de la mujer". Esas primeras ediciones me las han presentado para firmarlas o dedicarlas en América infinitas veces y también en España, por supuesto. Ha sido un libro leído, estudiado y subrayado. Los libros se editaban entonces para leerlos, no para citarlos en las bibliografías. El feminismo español contaba ya además con una fuerte tradición vindicativa, la encarnada en Lidia Falcón y Aurelia Campmany, por citar solo a un par de referentes indiscutibles. La novedad era incardinarlo dentro de la historia general del pensamiento político. Para ello el estudio de la Ilustración resultó decisivo. El Seminario Feminismo e Ilustración que se desarrolló durante años en la Universidad Complutense fue fundamental.

- ¿Qué sigue vigente y qué no de las ideas que usted recogió entonces?

- Este libro aborda ante todo dos asuntos: la naturaleza del poder y el uso impropio del término "mujer". El feminismo de la tercera ola, el que habitamos, es el primero en plantearse a fondo el tema del poder, y, por tanto, de la paridad en el poder. Despeja el campo para permitir aflorar una agenda nueva de presencia pública relevante. El feminismo no es solamente una lucha por la igualdad y el reconocimiento. Es un trabajo constante en teoría de las élites, así como la exigencia de élites meritocráticamente establecidas. El lenguaje necesario para asentar la nueva dinámica política tiene que ser creado. Algunas de las distinciones que aparecen en "Sexo y filosofía" se han vuelto fundamentales. Feminismo de la igualdad vs feminismo de la diferencia, por ejemplo. Este libro decantó bastantes polémicas que pretendían copar el horizonte. Las volatilizó. Abrió un nuevo campo de estudio.

- ¿Cuánto ha cambiado desde entonces el movimiento?

- Se ha hecho más extenso, más conocido, más presente. Y eso, que es deseable, lo ha puesto en la mi- ra de todo el mundo. Me tuve que acostumbrar hace décadas a que, cuando me presentaban a alguien de cierta entidad, siempre apostillaran "le presento a fulanita, persona valiosa... pero que es feminista". Dicho eso con pena real o si- mulada. Ser feminista no te ase- guraba nada bueno. Cuando te querían alabar, imagine, te decían cosas como "para qué eres feminista si tú no lo necesitas". Sin embargo, eran los mejores tiempos. Se heredaba una gran tradición política llena de fuerza y legitimidad. Había que seguir dándole aliento. Fue el feminismo español quien ganó la batalla de la ley de plazos al ministro Gallardón... y saliendo de Asturias. El movimiento nos ha dado maravillosos beneficios de la amistad. Pienso en Comadres y veo toda nuestra trayectoria. Sin embargo, el feminismo no es fundamentalmente algarada o calle: es el día a día en que cada mujer gana un espacio de libertad o respeto del que antes no disponía. Se hace con tales infinitésimos. El 8 de marzo no es un Día del Orgullo. En fin, la vieja polaridad entre intensión y extensión: la cantidad no implica profundidad.

- ¿Cuál es la naturaleza del verdadero feminismo?

- Es un conjunto coherente de ideas modernas, de la Modernidad, imbricadas profundamente con lo que llamamos Occidente y que nos distingue como civilización: racionalismo, que en filosofía política se traduce en las ideas de igualdad, libertad, dignidad, derechos individuales, mérito. Todas se aplican al análisis de la situación social y política de las mujeres, tanto en las sociedades tradicionales como en aquellas que han evolucionado hacia formas abiertas. El feminismo, aplicadas esas ideas, se transforma en una agenda de cambio social.

- ¿Qué es ser feminista hoy en día? ¿Y por qué?

- La agenda feminista ya cumplida y alcanzada ha transformado profundamente nuestras sociedades, nuestros comportamientos y nuestras ideas. Ha conseguido para todas las mujeres los derechos educativos plenos, los derechos políticos y la equidad en derechos civiles. También nos ha cambiado, tanto que ni lo vemos. A todos. Ha transformado nuestra manera de ocupar el espacio y vivir el tiempo. Es responsable hasta de nuestros hábitos posturales y proxémicos. En realidad, habitamos en el feminismo. Se ha vuelto tanto parte de nuestro ambiente que dejamos de percibirlo. Por ello mismo ha afinado nuestra visión de lo injusto y grotesco del patriarcalismo en bruto. El feminismo es un maestro moral. La democracia no viene de serie; el feminismo tampoco.

- Si alguien le dice "soy mujer, pero no soy feminista", ¿qué le respondería?

- Nada. No me gusta responder tonterías. Y casi siempre a las tonterías se corre el riesgo de responderlas con nuevas tonterías. Antes he señalado la parte del feminismo que tiene que ver con la formación de élites. Ahora toca hacerlo con el fondo social: algunos de los agravios que todavía sufren las mujeres en su conjunto tienen que ver con su historia de subordinación y envilecimiento. Pues bien, aunque muchas mujeres puedan vivir su vida en la tranquilidad de que la violencia masculina no las tocará personalmente, todas padecen una enorme masa inercial de violencia del sistema, sin percibirlo. Por eso la lucha contra la violencia, la de fondo y la esporádica, o el paralizar lacras como la prostitución son luchas obligadas. En el corazón del abusivo poder patriarcal está y permanece la tentación de deshumanizar a las mujeres. Hay que vigilar sin descanso porque consolidar es complejo. Por ejemplo, embrutecimientos morales como los vientres de alquiler se presentarán ataviados de innovaciones. El feminismo, ya lo dejó escrito Clara Campoamor, es un humanismo.

- Usted es una de las ocho firmantes de la Carta abierta al presidente de España en la que alertan de que las propuestas incluidas en la futura ley Trans, ahora en tramitación, "vulneran" los derechos de las mujeres al reconocer el género como identidad. ¿Por qué? Es un debate, quizás, difícil de abordar y entender en la calle. ¿Qué peligros se esconden detrás de tal planteamiento? ¿Tienen esperanza de que les hagan caso?

-Tengo la completa seguridad de que nos hacen caso. Mucho más del que suponemos. Nos siguen, nos leen y por supuesto nos vigilan. Otro asunto es que quieran rectificar. Tal ley es un empeño de Podemos, que la intenta por segunda vez. Si se lee un articulito publicado por la élite de Podemos, por el propio (Pablo) Iglesias hace unos años, se encontrarán apoyadas en él, con la mayor adhesión y vehemencia, todas las marcianadas queer. No es de hoy. Pero tampoco es algo que solamente pase en España. Es un fenómeno de corrupción en las ideas a la que todas las democracias terminan por enfrentarse. Además, tal despropósito de ley cuenta con apoyos puntuales en el PSOE, puntuales, de escaso rango y menos formación, pero activos y adictos al teléfono. De hecho, el PSOE hubo de sacar hace meses un argumentario sobre el asunto por ver si se conseguía ponerlo en perspectiva, pero los cuatro cabecillas de este delirio no se han dado por aludidos. Me enfada un poco, porque de las mismas manos salieron ya iniciativas, otras y terribles, que hubo que parar: los vientres de alquiler o la reglamentación de la prostitución. Digo que me enfada, aunque me consta que ellos están mucho más enfadados conmigo. Lo que no lamento. La ministra (Irene) Montero, por otra parte, lleva camino de hacer falsa una expresión que se ha tenido por muy cierta: "Alguien vendrá que bueno me hará". Va a ser difícil.

- Hace dos años, en Gijón, usted y otras compañeras del movi- miento tuvieron que aguantar insultos del colectivo queer, que las acusó (y acusa) de transfobia y las tachan de TERF, transexcluyentes. ¿Cómo se mastica esto?

- Es el insulto de moda. Feminazi estaba un poco gastado por su mucho uso en lugares poco recomendables. Ahora, los nostálgicos de toda la vida se estrujan las meninges y acuñan "terfa". Se pasará como otros anteriores. "Mujer tenías que ser", ese sí que era un insulto radical porque suponía el desprecio completo al sexo femenino. Pero la secta queer, cuando ya decididamente delira y pontifica que el sexo se elige, no puede usarlo. Prefieren okuparlo. Mujer es... lo que tengan a bien representar o encapricharse por fingir. La turbulencia de género, de este género sentido en particular, está siendo tan intensa que me he visto en la necesidad de dedicarle una larga introducción en esta actual salida a la luz de "Sexo y filosofía".

- ¿Son esas "turbulencias de género" uno de los peligros que acechan al movimiento?

-En ellas estamos viviendo. Como agenda, el revoltijo al que se intenta señalar llamándolo trans, que es una manera poco digna de simplificarlo, carece casi de trascendencia; sin embargo, hay que afrontarlo. El enemigo principal tiene otro nombre que comienza igual: el transhumanismo. El asunto del antihumanismo, que ahora se quiere introducir de modo fraudulento llamándole también trans, es un nuevo y peligroso caballo de Troya. Y existen personajes que corren con las dos camisetas. Es necesario mucho tino para no emborracharse con las posibilidades técnicas y seguir manteniendo los valores consolidados en el mismo proceso de hominización. Algún que otro aprendiz de brujo hay y con poder que disfrutaría haciendo dinero a base de promesas imposibles: se puede cambiar el sexo, se puede modificar el genoma, se puede... Pero no todo aquello que se puede se debe. Eso es elemental. Dos severos peligros corre nuestro mundo: la ruina ecológica -no hay segundo planeta al que escapar si este colapsa- y la corrupción de la inteligencia que quiere hacer pasar por ideas asuntos cuyo nivel no llega ni a ocurrencias. Peligrosísimos además. Necesitamos ahora mucho temple puesto que la humanidad se ha hecho dueña de su destino. No sea que acabemos como Ícaro y Faetón. Los caballos del Sol son bestias poderosas. Necesitamos gente en política que dé la talla de los desafíos presentes. El feminismo siempre apoya lo correcto; está en su historia: no tiene nada de qué avergonzarse y ha conseguido, pacíficamente, enormes territorios de bienestar y sentido común.

- En Wikipedia, en su biografía, se recoge esta anécdota personal: la expulsaron del colegio mayor en Oviedo por tener colgado un póster con el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (sobre la libertad de expresión), se lo quitaban pero usted volvía a ponerlo. Toda una vida en lucha...

-Era el Colegio Mayor Santa Catalina, que estaba en la avenida de Galicia. Un lugar confortable del que fui solemnemente expulsada, en plenos exámenes, para que la medida provocara mayor daño. Claro que yo fui la primera de una docena de expulsiones que siguieron. Las personas que llevaban entonces la institución eran muy adictas al franquismo e imaginaban una revolución tras cada esquina. No sabían cuidar a las colegialas. Cuidar no es solo dar de co- mer, que lo hacían bien, sino aquello de que "no solo de pan vive el hombre"... o la mujer. Nos querían fuera y con el fracaso asegurado. Pero esto ha sido lo normal en lugares femeninos: no se concede entidad a las mujeres, consecuentemente, no se las cuida. No se cuida su talento ni se aprecian sus habilidades. No hay previsión. No tienen futuro, ergo no se les presume. Todo transcurre en la obediencia como única virtud. Ninguna otra tiene valor. A todo este contexto (Simone de) Beauvoir, como lo recuerdo en este libro, lo llamó el fondo de lodo del que hay que escapar.

-Muchos recuerdan otra anécdota más reciente, de cuando ejercía de Consejera y se plantó en el teatro Campoamor, en la temporada de ópera, vestida de asturiana y fumando un puro. Pura provocación hoy impensable entre tanta corrección política.

-Verá, he fumado habanos y he ido a la ópera; ambas cosas me gustan. No recuerdo haberlas hecho juntas. A una ya he renunciado. La otra espero que podamos defenderla entre todos porque es un rasgo importante de nuestra cultura musical asturiana. Igual que mi precioso traje llanisco, que me he puesto es ocasiones solemnes más de una y de dos veces. Lo merece.

"LA ISLA DE LAS MENTIRAS"

En el primer largometraje de ficción de Paula Cons "La isla de las mentiras" (directora y co-guionista) la cineasta gallega recrea la historia ficcionada de tres jóvenes, María, Josefa y Cipriana, que arriesgaron su vida para salvar los supervivientes del Santa Isabel, en 1921.

Paula Cons reivindica su historia. Cine feminista, con mujeres clave no sólo como protagonistas frente a la cámara sino también detrás de ella. La mayoría del equipo técnico de la película son mujeres.

Quería a los mejores especialistas, explica Paula, y con mucha frecuencia son mujeres. Un reportaje de Montserrat Boix


FEMINISMO PARA PRINCIPIANTES

NURIA VARELA

¿Quiénes eran las sufragistas? ¿De dónde sale el feminismo radical? ¿Por qué se habla de marxismo y feminismo como de un matrimonio mal avenido? ¿Por qué el feminismo ha sido vilipendiado y ridiculizado? ¿Por qué las feministas han sido tratadas de «marimachos» feas o mujeres insatisfechas sexualmente? ¿Cómo y dónde surge la expresión «violencia de género»? ¿Qué relación hay entre el feminismo y los accidentes de tráfico? ¿En qué consiste la masculinidad? A partir de estos interrogantes, entre otros, la autora repasa tres siglos de hacer y deshacer el mundo, de alumbrar líderes fascinantes, un cuerpo teórico abrumador y una agitación social que ningún otro movimiento ha conseguido mantener tanto tiempo. 

LA REIVINDICACIÓN DE ROSA MONTERO DEL FEMINISMO: "EN 100 AÑOS ESTAMOS DESMANTELANDO EL SEXISMO DE MILENIOS" 

"El machismo es una ideología en la que nos educan a todos, a nosotras también", explica Rosa Montero en su alegato del feminismo en El Intermedio: "Cualquiera con un mínimo de cultura en el siglo XXI debe ser antisexista". 

Sandra Sabatés estrena su sección de Mujer tenía que ser en la nueva temporada de El Intermedio con una invitada muy especial: Rosa Montero. La escritora presenta su nueva novela, 'La buena suerte', una historia de amor e intriga.

Rosa Montero forma parte de un pequeño grupo de mujeres que se abrieron paso en el mundo del periodismo durante los últimos años de la dictadura franquista. "Se nos ha olvidado lo que es una dictadura", destaca la periodista, que ha trabajado en cabeceras tan emblemáticas como 'Pueblo', 'Fotogramas' o 'El País'.

"Se nos ha olvidado lo que es una dictadura y era un horror", afirma Rosa Montero, que resalta que "cualquier democracia por horrenda que sea es mejor que una dictadura". Y es que la periodista explica que cuando pedía trabajo en las redacciones le decían que no contrataban mujer y si finalmente te contrataban "te tenían para hacer cosas femeninas".

"Era muy incómodo", confiesa Montero, que recuerda lo "machista" que era la redacción de 'Pueblo': "Toda llena de periodistas con la corbata en erección y se te acercaban como moscas para hacerte un tercer grado con el que deducir si eras virgen o no". "Si ellos deducían que eras virgen se ponían de un paternalismo repugnante y si deducían que no eras virgen se lanzaban como salvajes porque si ya te habías acostado con alguien... ¿por qué no con ellos?", explica la periodista.

Por otro lado, Rosa Montero afirma que "siempre" ha tenido suerte porque vivió "la premuerte de Franco, esos tres años antes de la muerte en la que la sociedad estaba cambiando a una velocidad vertiginosa". "Comencé a trabajar en todos los medios que salieron progres y que luchaban por abrir como 'Hermano lobo'", recuerda la periodista, que explica que empezó "a vivir esa otra España que también tenía sus conflictos".

Y es que Montero recuerda que "los progres también eran machistas": "El machismo es una ideología en la que nos educan a todos, nosotras también la tenemos, y hay que tenerlo muy claro para no caer en el prejuicio". "Me considero una persona feminista", recalca Montero, que reivindica el feminismo, "una palabra hermosa e histórica por la que muchas mujeres y un puñado de hombres han pagado mucho".

Eso sí, la periodista insiste en que "el feminismo puede resultar equívoco para analfabetos o malintencionados dicen que busca el poder de la mujer sobre el hombre": "Es mentira, lo que es el feminismo es un movimiento histórico y gigantesco, una ola brutal, en 100 años estamos cambiando una situación social de milenios, lo que se está haciendo es desmantelar el sexismo". Además, Montero afirma que "en pleno siglo XXI cualquier persona con un mínimo de cultura debe ser antisexista y antiracista, ya sea hombre o mujer". Por último, Rosa Montero abandera el respeto a los animales y denuncia el maltrato animal.

RELACIÓN ENTRE FEMINISMO Y ENVEJECIMIENTO.

Sandra Sabatés entrevista a la antropóloga Mónica Ramos, que analiza la relación que existe entre el feminismo y el envejecimiento, así como la influencia de la perspectiva de género en los niños pequeños.

Aunque parezca curioso, "a la edad de dos o tres años los niños y las niñas empiezan a tener referencia de géneros y van entendiendo que les corresponden cosas distintas por tener un sexo u otro", explica la antropóloga.

Además, destaca que "los medios de comunicación, el cine y los libros son elementos que generan imágenes muy potentes": "A las imágenes nos transmiten que nuestro cuerpo tiene que ser elegido por un hombre".

En cuanto a la relación del feminismo y el envejecimiento, la entrevistada destaca que "la sociedad ve mayores a las mujeres de edades más tempranas, por eso intentan parecer más jóvenes, algo que no está en el ideario de los hombres".

En este sentido, la antropóloga explica que el feminismo ha tenido un gran déficit, al "no fijarse en las mujeres mayores", algo que comienza a hacer ahora. Por ello, ha existido una invisibilidad de cómo ha sido la vida de estas mujeres que ahora alcanzan los 70 años.

Unas mujeres que han crecido educadas en un modelo que las ha llevado a dedicar su vida a los demás. Ahora, el trabajo de Ramos con ellas es hacerlas ver que esta etapa, la de la vejez, puede ser la mejor época de su vida.

https://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/mujer-tenia-que-ser-sandra-sabates/monica-ramos-antropologa-a-las-mujeres-se-nos-transmite-que-nuestro-cuerpo-tiene-que-ser-elegido-por-un-hombre-video_201906135d02b7e90cf21df7ccc1c195.html</p>

Las 10 mejores Apps de empoderamiento femenino

Una selección de aplicaciones con las que empoderar a mujeres de todas las edades.

por Xavier Molina

En el mundo actual, las mujeres cada vez cuentan con más oportunidades para ocupar sectores que han estado tradicionalmente ocupados por hombres, como es el caso del sector tecnológico y el de las aplicaciones móviles.

Cada vez más existen aplicaciones creadas por y para mujeres, las cuales permiten mejorar su día a día o bien denunciar aquellos comportamientos injustos y que se alejan de lo que todos entendemos como igualdad entre hombres y mujeres.

1. Meyo

Meyo es una reconocida app creada por una startup de Barcelona que ha desarrollado una herramienta con la que puedes controlar distintos aspectos de tu vida relacionados con el bienestar psicológico, laboral, y de tu salud en general, atendiendo las necesidades particulares de cada usuario de manera personalizada gracias a la inteligencia artificial.

A través de la gamificación en los hábitos de vida saludables, Meyo ofrece una interesante propuesta para todas aquellas personas que quieran mejorar su bienestar mediante retos y desafíos que nos harán progresar de forma continua, además de contar con un ChatBot con el que puedes interactuar para mejorar tu progreso.

2. Bumble

Bumble es una aplicación para ligar que ha creado la conocida Whitney Wholf, la cual fue en su día cofundadora de la app para ligar Tinder. No obstante, Bumble tiene un enfoque feminista a través del cual se pretende que la mujer tenga el poder, evitando así situaciones incómodas para las mujeres que utilizan esta aplicación.

En Bumble puedes enviar fotos, pero aparece la marca de agua del usuario que las envía, de esta forma se reduce drásticamente el ciberacoso, y el comportamiento inapropiado por parte de algunos hombres.

3. An-nisa

An-nisa es una app que ofrece un servicio de taxi seguro que sólo pueden utilizar mujeres, y tiene como objetivo garantizar que las mujeres puedan llegar a casa sin ningún tipo de miedo ni problema, sobre todo cuando vuelven de fiesta o de noche.

La app nace ante una situación muy complicada que viven muchas mujeres en Kenia, las cuales han sufrido miles de secuestros a lo largo de los últimos años. Las conductoras son otras mujeres que se ofrecen para transportar a otras mujeres y niños.

4. Notbuyingit

Notbuyingit es una conocida aplicación que tiene como principal objetivo combatir el sexismo en la publicidad y en los medios de comunicación. Utiliza el contenido de películas, anuncios o programas que aparecen en los medios donde se exponen actitudes sexistas para dar visibilidad y concienciar a la sociedad.

A través de esta app, cualquier persona puede dar visibilidad a aquellos anuncios sexistas, con el objetivo de exponer a aquellas marcas o personas que todavía actúan de forma inadecuada.

5. Hollaback

Hollaback es una aplicación que trabaja a nivel global para acabar con el acoso callejero y online en todo el mundo. Esta app ofrece un punto de emergencia al que pueda acudir toda aquella persona que se vea afectada por una situación de acoso.

Con Hollaback no sólo se pretende proteger a las víctimas y perseguir a los acosadores, sino que también busca dar visibilidad a un problema que todavía existe en las sociedades desarrolladas, buscando maneras de reducir las situaciones de acoso.

6. Women on the map

Women on the map es una aplicación creada por mujeres de entre 13 y 22 años que busca ampliar el reconocimiento de los logros femeninos desde el punto de vista cultural, empresarial, laboral y creativo.

El funcionamiento de esta app es muy sencillo, el smartphone vibra cada vez que una persona pasa por algún lugar donde una mujer ha realizado un hecho destacable, desde espectáculos musicales dirigidos por mujeres, hasta descubrimientos geológicos por parte de expertas en la materia.

7. Palabra de mujer

Palabra de mujer es otra aplicación que tiene por objetivo dar visibilidad a todos aquellos logros, descubrimientos y avances que han realizado las mujeres a lo largo de la historia en ámbitos como la ciencia, la tecnología y la economía, entre otras áreas históricamente lideradas por hombres.

En la actualidad sólo el 7,5% de las figuras históricas que aparecen en los libros de texto son mujeres. La ausencia de mujeres en los libros es otro de los ejemplos de desigualdad que ha habido siglos atrás, donde eran los hombres los que tenían un papel activo y principal en los principales sectores de la sociedad.

8. Layar

Layar es una aplicación que fue fundada en el año 2009 por una ingeniera holandesa llamada Claire Boonstra, la cual está considerada una de las mujeres más influyentes en el ámbito tecnológico.

Ha sido una de las pioneras en el desarrollo de la tecnología que hace posible la realidad aumentada, utilizando la triangulación de la cámara, el gps y el acelerómetro para sobreponer las capas de información y crear experiencias dinámicas en museos, restaurantes o monumentos arquitectónicos.

9. Classpass

Classpass es una aplicación para utilizar en las clases de gym como el spinning, el crossfit o el yoga, que funciona a través de un sistema de créditos que las mujeres y hombres pueden utilizar en centros de todo el mundo.

Su fundadora es una mujer Payal Kadakia, la cual se encontró con un problema real en el momento de llevar a cabo clases de ballet en la ciudad de Nueva York. Lo que hizo fue crear una plataforma, al igual que existe con los restaurantes, donde poder asistir a determinadas clases sin necesidad de estar apuntada en el gimnasio.

10. Camera+

Camera+ es una aplicación creada para iPhone la cual fue creada en 2010 por Lisa Bettany, una emprendedora y reconocida fotógrafa afincada en Canadá. A día de hoy cuenta con millones de descargas, siendo una de las aplicaciones para la edición de fotos más populares en el entorno iOS.

Gracias a esta aplicación creada por una mujer joven y emprendedora, a día de hoy hay millones de personas que pueden disfrutar de un programa excelente para editar sus fotografías.

El mundo ha cambiado... pero no tanto: crítica de «El fin del armario» 

por Juan Roures 17/07/2020 

Durante los últimos años, la aceptación internacional de la comunidad LGTB ha crecido a pasos agigantados, de forma que un sinfín de armarios han sido abiertos, si bien queda todavía muchísimo por hacer tanto en esos rincones del globo aún sumidos de lleno en la LGTBfobia, como en aquellos que, aun habiendo, por así decirlo, pasado de fase, siguen inevitablemente bebiendo del pasado. En El fin del armario, Bruno Bimbi ofrece una fascinante reflexión sobre la política, la religión y la sociedad que todo el mundo debería leer y, sin embargo, probablemente eviten quienes más necesitan hacerlo. Ojeando sus páginas queda claro que ya no hay excusas para la LGTBfobia... ni para no plantarle cara claramente.

Bruno Bimbi nació en Avellaneda, Buenos Aires, en 1978 y es ahora periodista, escritor y doctor en Estudios del Lenguaje, así como una de las personas que más ha hecho por la aprobación del matrimonio igualitario tanto en su Argentina patria como en Brasil, donde vivió durante diez años hasta que la llegada al poder de Jair Bolsonaro puso el país patas arriba. Buena parte de El fin del armario, que ve la luz ahora en España con Anaconda Editions tras salir en 2017 en Argentina con Marea (posteriormente lo hizo en Brasil y Perú y pronto lo hará en México y Portugal), gira en torno a tan terrorífica figura, toda una amenaza para los derechos humanos, pero también hay espacio para hablar del acoso escolar, el antisemitismo (tema muy relacionado con la LGTBfobia al que Bimbi presta especial atención), la hipocresía de la Iglesia Católica, la crueldad de la malinterpretación del Islam, la eterna lucha de las personas trans por ser reconocidas o la flagrante inutilidad del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, entre otros temas de interés para los que el periodista se basa tanto en su experiencia (raro es el capítulo que no incluye un par de historias personales, a menudo muy divertidas a la par que incendiarias) como en su inmensa dedicación al tema, que debe mucho, según él dice, al gran Pedro Zerolo, uno de los artífices de la temprana aprobación del matrimonio igualitario en España, su héroe.

El fin del armario es, como decía al principio, un libro que todo el mundo debería leer para comprender mejor el estado de la lucha LGTB, porque no hay mejor arma frente al avance del extremismo fascista que estar bien informado. Además, pese a tratarse de un ensayo colmado de datos, es sorprendentemente entretenido. En España tuvo la mala suerte de salir justo al inicio del Estado de Alarma, con lo que nos toca apoyarlo cuanto podamos ahora para que no desaparezca de las librerías y llegue a las manos de quienes más necesitan leerlo. Hacedme caso: el libro lo merece.

La reincidencia en hombres condenados por violencia de género ¿cuáles son sus principales predictores?

Marisol Lila1, Manuel Martín-Fernández, Enrique Gracia Juan José López-Ossorio2 y José Luis González

(subido el 18 marzo 2020)

Una de las principales estrategias de prevención y reducción de la violencia de género es la intervención con los agresores. En muchos países, incluido España, los hombres condenados por violencia de género (VdG) son remitidos por el sistema judicial a programas de intervención para el tratamiento de este tipo de violencia. Estos programas tienen como objetivo cambiar las actitudes, pensamientos y conductas relacionados con la VdG y comparten como prioridad la reducción de la reincidencia. Es esencial, por lo tanto, conocer qué factores son los que mejor predicen la reincidencia en este marco tan específico, ya que este conocimiento puede facilitar que las/los profesionales focalicen sus esfuerzos en controlar y reducir aquellas circunstancias que pueden incrementar el riesgo con mayor probabilidad.

Estudios previos han destacado diversas variables asociadas con la reincidencia en casos de VdG como, por ejemplo, un estilo de personalidad antisocial o tener problemas de abuso de alcohol. Sin embargo, rara vez se ha utilizado un acercamiento multifactorial que incluya en un mismo diseño de investigación múltiples variables, con el fin de contrastar cuáles son las que mejor predicen la reincidencia. El objetivo de nuestro estudio fue identificar las variables predictoras clave de la reincidencia oficial en casos de VdG a partir de un amplio conjunto de variables (i.e., 89 variables), obtenidas de una muestra de hombres condenados por VdG y que habían sido remitidos a un programa de intervención para agresores de pareja (N = 393). El periodo de seguimiento tuvo una duración de 0 a 69 meses. Se incluyeron en los análisis cuatro tipos de variables: (1) variables individuales; (2) variables relacionales y contextuales; (3) variables relativas a la violencia, y (4) variables relativas al proceso de intervención. Los datos de reincidencia se obtuvieron del Sistema VioGén (Ministerio del Interior), y la reincidencia se definió como cualquier incidente de VdG o quebrantamiento de las condiciones impuestas por el/la juez, cometidas por el participante a partir de su primer contacto con el programa de intervención. También se consideró el tiempo transcurrido entre el ultimo contacto con el programa y la fecha de reincidencia. Para alcanzar nuestro objetivo, se realizó un tipo de análisis de supervivencia en el que se tiene en cuenta no sólo la asociación entre las variables predictoras y la probabilidad de que un evento ocurra (i.e., reincidencia), sino también el tiempo transcurrido antes de la reincidencia. Igualmente, se utilizó un método de regresión penalizada para poder incluir simultáneamente todas las variables en el análisis, seleccionando así de manera precisa las más relevantes y estimando su efecto en un solo paso. De las ochenta y nueve variables incluidas en el análisis, seis fueron seleccionadas como predictores clave, clasificándose correctamente con este modelo el 80.8% de los casos.

El abandono de la intervención fue la variable con mayor efecto en la reincidencia; aquellos que abandonaron la intervención presentaban un 100% más de probabilidad de reincidencia que los que finalizaron la intervención. El abandono ha sido uno de los principales problemas en este ámbito y se ha señalado como una de las principales causas de la baja efectividad de los programas. Los resultados de nuestro estudio refuerzan la necesidad de priorizar estrategias que reduzcan el abandono de la intervención como un elemento clave para la reducción de la reincidencia. La segunda variable fue el riesgo de violencia futura contra otras personas (el riesgo de reincidir se incrementa un 53%). Este tipo de violencia caracteriza a aquellos agresores tipificados como antisociales en las tipologías clásicas de maltratadores. Nuestros resultados refuerzan la importancia de la evaluación y la intervención especializada con los agresores especialmente violentos como una de las claves para mejorar la eficacia de los programas. En tercer lugar, la exposición a violencia familiar durante la infancia incrementaba el riesgo de reincidencia en un 32%. Este factor, reconocido como un factor clave en la violencia en las relaciones de pareja, tiene graves consecuencias en el desarrollo psicosocial del ser humano. Nuestros resultados apuntan a la necesidad de que se evalúe y se tenga en cuenta en los programas de intervención con maltratadores. En cuarto lugar, el estatus de inmigrante incrementaba en un 26% la probabilidad de reincidencia. Aunque los resultados de investigaciones previas no son concluyentes en cuanto al papel de esta variable en el éxito de la intervención, nuestros resultados, junto con las cifras que indican una mayor prevalencia de este tipo de violencia entre la población inmigrante, subrayan la necesidad de intensificar los esfuerzos por reducir la reincidencia en este colectivo a través de, por ejemplo, el entrenamiento especializado de los/las profesionales en el manejo de las diferencias culturales. Por último, los eventos vitales estresantes y la ira rasgo son las dos variables restantes incluidas en el modelo y que incrementan la probabilidad de reincidencia en un 23% y en un 14% respectivamente. Nuestros resultados revelan la necesidad de entrenar a los participantes de estos programas en estrategias de afrontamiento, técnicas de control de estrés y manejo de la ira, con una monitorización o una intervención más intensiva con aquellos agresores que presentan mayor acumulación de eventos vitales estresantes o problemas con el manejo de la ira.

En conclusión, los predictores clave de la reincidencia identificados en este estudio deberían ser considerados por los profesionales e investigadores en el ámbito de la intervención con agresores de pareja para mejorar sus estrategias de evaluación e intervención, incrementando así la efectividad de este tipo de programas y así contribuir en evitar la revictimización.

¿Cuáles son las causas de la desigualdad de género?

(Judith Francisco)(Subido 6 marzo 2020)

La desigualdad de género es un fenómeno social y cultural en el que se produce una discriminación entre personas debido a su género, básicamente entre hombres y mujeres. Además, no es un fenómeno inocuo, ya que su impacto se deja notar en diferentes planos: laboral, social, familiar, etc.

A nivel social, por ejemplo, la mujer puede aparecer subordinada al esposo o al padre. A nivel económico, la mujer sigue recibiendo sueldos más bajos que el hombre desempeñando el mismo puesto de trabajo (brecha salarial). Las tareas domésticas o el cuidado de los niños todavía se siguen concibiendo como tareas más vinculadas a la mujer que al hombre. Así podríamos seguir completando una larga lista.

Frente a ella, el feminismo o la perspectiva de género permiten mirar el mundo desde otro punto de vista. Sin embargo, cambiar nuestra perspectiva puede provocarnos desconcierto o malestar. Es por eso que el objetivo de estas líneas es aclarar nuestra mirada, para poder estar y relacionarnos con el mundo de un modo más justo.

Para ello, empecemos desde el principio, cuando hablamos de desigualdad de género... ¿A qué nos referimos con género? ¿Qué queremos decir con un constructo tan amplio?

Qué es el género y cómo se estructura

El género puede desglosarse en tres niveles o perspectivas:

  • Plano sociocultural: desde esta perspectiva, el género es un sistema de organización social que otorga mayor poder y privilegios a los hombres, y que se apoya en una serie de creencias que legitiman y mantienen esta estructura social. Los valores, costumbres, tradiciones, estereotipos, junto a las leyes de un país rigen el modelo de organización social.
  • Plano relacional: el género es un proceso dinámico de representación; una representación de lo que significa ser mujer u hombre en situaciones cotidianas, lo que a su vez influye en cómo se comportan hombres y mujeres y en cómo son tratados.
  • Plano personal: a este nivel, el género es un aspecto que también influye sobre la identidad y de las actitudes personales. Sería el conjunto de expectativas, intereses, fantasías y creencias que están asociadas a modelos más o menos aceptables de lo que significa ser un hombre masculino o una mujer femenina en una cultura concreta.

Aunque el género es expresado de forma diferente en distintas culturas y el grado de subordinación de las mujeres varía a lo largo del tiempo y el espacio, es muy complicado encontrar alguna en la que las mujeres tengan más ventajas políticas y sociales que los hombres. Un ejemplo de este desequilibrio o desigualdad de género se ve reflejado en los altos índices de violencia contra las mujeres (abuso sexual, secuestros, violaciones, maltrato y violencia de género, acoso sexual, etc.).

¿Qué es el patriarcado y qué implicaciones tiene?

El patriarcado designa un orden social que establece el sexo como marca para asignar a cada persona actividades, funciones, relaciones y poderes específicos. Esta red estructurada de poderes, jerarquías y valores propone unos modelos de masculinidad y feminidad como universales y opuestos entre sí.

Se considera que las mujeres están naturalmente más capacitadas para la vida privada, la maternidad y el cuidado de la familia, mientras que los hombres estarían naturalmente más dotados para el mando, el gobierno y la ambición. Desmontar estas creencias que actúan como mandatos sociales sobre el hombre y la mujer es uno de los objetivos prioritarios del feminismo.

El patriarcado, como modelo social, se sustenta sobre unos mandatos o imperativos sociales, muy distintos a su vez para hombres y mujeres. Algunas de las creencias o imperativos de la concepción de la mujer son:

  • La mujer es cuidadora y responsable del bienestar ajeno. Su valía está en su capacidad de entrega y servicio a los demás. El cuidado de otras personas y la responsabilidad hacia ellas ocupa el centro de su vida.
  • Predisposición natural al amor. Se fundamenta en la idea de que las mujeres sólo son seres completos cuando pertenecen a alguien.
  • La maternidad como imperativo de la identidad. La mujer sólo es feliz y está satisfecha de sí misma cuando es madre.
  • La mujer ha de ser bella y deseable. La belleza nos hace visibles y aceptadas socialmente, convirtiéndonos en objeto bajo la mirada y valoración del otro.

Por el contrario, los imperativos de los hombres como seres masculinos serían los siguientes:

  • La masculinidad se sostiene en el poder y la potencia, y se mide por el éxito, la superioridad sobre las demás personas, la competitividad, el estatus, etc.
  • La hombría depende de la agresividad y la audacia y se expresa a través de la fuerza, el coraje, el enfrentarse a riesgos, la habilidad para protegerse y utilizar la violencia como forma de resolver conflictos.
  • La masculinidad se sostiene en la capacidad de sentirse calmado e impasible, autoconfiado y autosuficiente, ocultando sus emociones. Supone, además de fortaleza, una gran seguridad y confianza en sí mismo. El hombre no puede permitirse sentir miedo y, si lo tiene, tendrá que disimularlo.

¿Qué podemos hacer para cambiar estos patrones de desigualdad de género?

Teniendo en cuenta lo expuesto, sería lógico que nos preguntásemos si el modo de vida que estamos llevando actualmente, en referencia a los patrones de desigualdad de género, es adecuado. Del mismo modo, si todo lo anterior nos incomoda, es el momento de buscar la manera de aportar nuestro granito de arena para transformar la situación actual. Así, a lo largo del tiempo, se ha llegado a la conclusión de que para vencer esta desigualdad de género existen distintas claves, dependiendo de si somos hombres o mujeres.

La mujer, por su parte, tiene la responsabilidad y el derecho de buscar la soledad y cuidarse a sí misma para cambiar estos patrones. La búsqueda de un espacio propio para ser (aficiones, gustos, etc.) también se convierte en un modo de resistencia a estos mandatos; así, de acuerdo con este pensamiento, una línea de actuación del feminismo es promover la autonomía femenina.

En el caso de los hombres, el camino iría más en la dirección de la educación de los afectos y la corresponsabilidad. Ser hombre no es incompatible con la expresión y reconocimiento de los sentimientos propios y ajenos ni tampoco con responsabilizarse, empatizar y atender a las necesidades ajenas; ideas que suelen estar ausentes en los procesos de socialización primaria (infancia). Así, la incorporación de estos contenidos a los programas educativos es una estrategia clave para la transformación social.


CONTENIDOS

- UN MENSAJE AL SENTIDO COMÚN

(SUBIDO  3 AGOSTO 2021)

- LAS PALABRAS VIOLETAS: CAMPAÑA:

(SUBIDO 13 JULIO 2021)

- POLÍTICAS DE IGUALDAD DE GÉNERO Y SOCIALES EN ESPAÑA

(SUBIDO 17 JUNIO 2021)

- ROLES DE GÉNERO 

(SUBIDO EL 4 DE MAYO 2021)

- "MUJER TENÍAS QUE SER" O EL LENGUAJE COMO HERRAMIENTA DE PODER CONTRA LAS MUJERES

(SUBIDO EL 3 ABRIL DE 2021)

- PORQUE LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO.

(SUBIDO EL 8 MARZO 2021)

- SER FEMINISTAS. PENSAMIENTO Y ACCIÓN

(SUBIDO EL 4 MARZO 2021)

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(SUBIDO EL 22 FEBRERO 2021)

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